La curiosidad, extraña cualidad o actitud casi exclusiva de los seres de sangre caliente, se ve en los humanos, los perros, gatos, rumiantes, incluso en otros mas alejados como los roedores, pero nunca la he notado en los reptiles ni en otros seres tipo insectos etc, etc. para mi esta claro, es exclusiva de los seres de sangre
caliente.
Pero de todos ellos es el ser humano el que la maneja, la moldea y la usa para sus propios fines sin que tenga que estar dirigida por el sentido de la supervivencia ni el de la necesidad del sustento.
La curiosidad debe haber acompañado al ser humano desde sus orígenes, ¿nos acordamos de Pandora y su caja? ¿de Adán y Eva y la manzana?, claro que no siempre es usada en sentido negativo, y hablando de manzanas... ¿Newton y su mas o menos verídica historia de la manzana y la gravedad?
Seguramente sin ese "don" de la curiosidad la humanidad no hubiera progresado, no se hubiesen planteados soluciones a situaciones cotidianas, no disfrutaríamos de las posibilidades que actualmente disponemos.
La parte negativa es que el ser humano tiene una gran capacidad de corromper todo lo que esta a su alrededor, sea material o conceptual y de la mano de la curiosidad nació el "cotilleo" y el "chismorreo" cubierto a veces por el oropel de la legalidad en cuyo caso se llaman....Servicios de Inteligencia (¿mandeeeeee?) y como no siguiendo la dinámica lógica de los hechos , de ahí nacieron también los Servicios de Contraespionaje.
Al final nos convertimos en un colectivo mas o menos oficial, mas o menos casero de curiosos espías y contraespias.Y quizás uno de los espías mas cercanos, entrañables y curiosos fué...........
Mas curiosos y curiosidades en la caja de TERESA
El superagente 86 qué bueno!
ResponderEliminarCualquier comunidad de vecinos o empresa más menos grande es una agencia de contraespionaje.
Los humanos somos demasiado curiosos,ýo me quedo con la curiosidad de los bebés: tienen tanto qué descubrir!
Muchas gracias por estar.
Un beso
ahhhhhhh el super agente 86 y la inefable 99!...cómo me divertían sus locuras y secretas tareas de rrrrrrrrecontraespionaje!jejeje
ResponderEliminarMe has traído gratos recuerdos, Manuel, se agradece!
Y sobre la curiosidad,es cierto, en exceso se transforma en defecto cuando utilizada sanamente resulta ser el innegable recurso de la humanidad en sus avances en el conocimiento.
Un abrazo!
Uf! cuantos años hace de esta serie, en casa la veíamos cuando solo habia un canal y medio jajaja.
ResponderEliminarCuriosidad en su justamedida, como todo.
Besos Manuel.
Que bueno evocar a Maxwell Smart, adoro al agente 86, cada vez que lo repiten no dejo de verlo, y me río como siempre, con ese humor tan recurrente y sano. Mel Brooks, un talento.
ResponderEliminarY al tema que nos concierne, por cierto es como tu cuentas, la curiosidad nos ha brindado infinidades de cosas buenas hasta que el hombre por malicia las corrompe.
Me encanto tu entrada.
Un abrazo Manuel
86 y 99, vaya pareja!
ResponderEliminarYo creo que me gustaba más la presentación que la serie en sí, lo de las puertas, y el zapatófono.
Esa Breve Historia de la Humanidad ha estado genial. Casi podrías hacer una pequeña investigación y titularla: La evolución humana a través de espías y cotillas... :)))
Un beso, Manuel.
Cuando la curiosidad es positiva, se traduce en saber, investigación.., crecer. Pero, la moneda tiene dos caras, y su parte negativa es la investigación y el querer saber, pero de los asuntos ajenos (un defecto que no requiere esfuerzo alguno, aunque sí, una buena dosis de imaginación y malicia). Desde que el mundo es mundo existe la curiosidad... ¿Cuantos males se han liberado, por urgar en cajas selladas?
ResponderEliminarBuen relato.
Un beso
PD. Me encantaba la serie del espía tontorrón y su zapatofono jajaja.
Son las dos caras de una curiosidad que yo tildaría de necesaria para la supervivencia humana. Gracias a la curiosidad la Humanidad ha encontrado respuestas a muchas cuestiones cotidianas, pero como toda herramienta, puede resultar dañina cuando se utiliza de una forma incorrecta, llámese chisme, cotilleo o en un plano más global y dañino, espionaje y contraespionaje.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bien contado Manu.El ser humano es por definición cotillo. En gran parte ello nos ha llevado a evolucionar y a llegar al estatus, como especie, en el que estamos (supongo que bueno), pero por otro lado nos hace sacar casi que lo peor de nuestros instintos.
ResponderEliminarMenos mal que entre los espías cotillas se encuentran James Bond y el Superagente 86, al menos son divertidos.
Un abrazo
Tienes razón, sin la curiosidad no sabriamos ni la mitad de cosas que sabemos; pero también viene lo del chismorreo y el comadreo, y es que somos seres duales, una parte buena y la otra... ya se sabe.
ResponderEliminarBuena reflexión, como siempre.
Un abrazo
Has abordado el tema de la curiosidad desde variados aspectos y sus consiguientes matices. Es cierto que el hombre, gracias a su curiosidad ha llegado a investigaciones y descubrimientos que ni pensaban; como también es cierto, que por algún lado, lo beneficioso se torna lo contrario, llevando a los seres (por curiosos) a tierras y situaciones más escabrosas. Los términos medios no son siempre fáciles de conseguir, así que hubieron, hay y habrán curiosos para bien y curiosos que se las traen!
ResponderEliminarBesos al vuelo!
Gaby*
Las dos cara de la moneda, la positiva que nos ha llevado como dices a lo positivo y la insana curiosidad que a veces es más negativa que otra cosa y en el fondo no lleva a nada... pero bueno, siempre nos queda 99 y el superagente(me gustaba escucharlos hablar... era como si cantaran, y es que con los años me enteré que estaba doblada por sudamericanos... fíjate, una curiosidad más...).
ResponderEliminarBesos
Cuánta razón tienes en que el ser humano tiene la gran capacidad de corromper todo lo que está a su alrededor, es una tristeza pero así somos. Me ha gustado ese repaso por la historia de la curiosidad.
ResponderEliminarBuena idea poner el ejemplo de los espías. Recuerdo esa serie y cada vez que paso por puertas automáticas me viene a la memoria.
Un beso.
la curiosidad mata, nos lleva de su manos a veces nosotros mismo la moldeamos a nuestro antojo, ella nos invade desde pequeños así poco a poco descubriendo el mundo,claro es que algunos la utilizan de mala manera
ResponderEliminarLa existencia de dos caracteres distintos en una misma palabra y acción es algo propio de los humanos y no de los animales.
ResponderEliminarUn buen tratado/explicación de lo que supone la curiosidad :))
Un saludo
Es cierto, a veces es bueno ser curioso porque nos ayuda a aprender, a educarnos, a investigar. Pero otras veces cuando se invaden los derechos de los otros ya deja de ser bueno y se vuelve obsesivo.
ResponderEliminarEl agente 86 me ha traído un hermoso recuerdo de mi infancia cuando estaba almorzando antes de ir a la escuela y me reía muchísimo con sus locuras.
Un abrazo enorme.
Te escribo desde el cono del silencio, para proteger mis ideas en esta guerra fría... jeje Ciertamente, el chisme es una degradación de la curiosidad y de la duda. Excelente aporte
ResponderEliminarla profesionalidad y la oficialidad ha dotado de viso de seriedad al oficio de espiar, y lo pintan tan necesario!!
ResponderEliminarMe gustó la evocación de Maxwell Smart, que personaje que retrató con tanta ironía la psicosis del momento, ahora se ve y sigue siendo vigente.
Abrazo Manuel