Siempre hemos oído esa expresión “Pactar con el Diablo” como sinónimo de estar dispuesto a todo por conseguir un fin.
El problema es cuando con los años, el concepto de diablo va cambiando, ¿Quién es el diablo?, ¿realmente existe?. Puede que todos tengamos tantos diablos alrededor que hayamos perdido la verdadera esencia del concepto.
Cuando aceptamos prebendas, nos ponemos de perfil ante favoritismos, actuamos rozando la legalidad o pasamos sin mirar por encima de cualquier situación, realmente estamos pactando con nosotros mismos, con nuestra parte oscura, esa a la que desde siempre hemos llamado Diablo, esa parte de nosotros que trasladamos y externalizamos para tranquilidad de nuestra conciencia.
¿Pacto con el Diablo? Mejor llamémosle íntimo Pacto con nosotros mismos.
Monologo de uno de los grandes
Pactar con el diablo (1997). Al Pacino, Keanu Reeves, Charlize Theron
Más pactos,acuerdos y engaños en el negociado de GUS
Esta fuera y esta dentro,decidir hacia donde dirigir nuestros pasos solo depende de nosotros.
ResponderEliminarMágnifico monólogo, impactante película, eso me pareció cuando la vi por primera vez.
Un abrazo amigo.
esta vez mi comentario será una lectura, la cual, creo, harás de todas las maneras : leete a GABY..ese es mi comentario...
ResponderEliminarmedio beso.
Tienes razón, el diablo es esa parte oscura de nosotros mismos a la que no queremos ni oir hablar; pero que a veces la dejamos salir.
ResponderEliminarUn abrazo
Como te ha comentado Gustavo, Gaby lo ha contado bien. Todos podemos ser demonios. Como bien dices, un pacto íntimo con nosotros mismos. Un beso.
ResponderEliminarEstoy muy de acuerdo!...más de uno culpará al"diablo" por su propia maldad!
ResponderEliminarUn abrazo.
Me has dado que pensar, Manuel.Y mucho. Estupenda aportación.
ResponderEliminarUn abrazo.
Maat
Al levantarnos y al acostarnos, durante cada día ¿con quién pactamos y qué? Pacto de honestidad o pacto de ansiedad insaciable, al ángel o al demonio que llevamos dentro mejor conocerlo a fondo, lo decía una frase en un frontó de Delfos "conócete a tí mismo".
ResponderEliminarManu, tu reflexión es muy oportuna, t felicito y añado un besito.
Completamente de acuerdo con tu reflexión, ya está bien de echar balones fuera, cada uno que asuma su responsabilidad y que deje al diablo en paz.
ResponderEliminarUn saludo
Mar
Has resumido a la perfección lo que siempre se ha dicho, que todos tenemos un ángel y un diablo que nos tientan continuamente, cuando nos dejamos influir por éste segundo, en cierto modo, estamos pactando con el diablo. ¡Menos mal que eso no siempre ocurre y que a veces nos dejamos guiar por el angelito! jeje. Un beso.
ResponderEliminarCon tu reflexion, haces que muchos de nosotros reparemos en nuestros propios harapos, cierto que no hay que poner un nombre a la parte contraria de nuestros pactos diarios.
ResponderEliminarUn beso
Entonces no deja de ser un pacto con nosotros mismos. Nosotros elegimos la maldad o la bondad de nuestros actos. En realidad las acciones de la humanidad siempre han sido propias, pero necesitamos de otro ente a quien culpar de nuestras miserias malsanas y nuestras debilidades. Ese ser que inventamos (inventó la iglesia) se llama diablo. Pactemos pues.
ResponderEliminarUn abrazo
Una reflexión muy certera, el camino está frente a nosotros con sus bifurcaciones, la decisión de cuál sendero tomar, es solo nuestra y de las intenciones más secretas y sinceras que a la vez nos caminen por dentro.
ResponderEliminarBesos!
Gaby*
Al diablo lo llevamos dentro y a dios también, necesitamos alguien a quién cargar con nuestras culpas y que nos libere de la responsabilidad de nuestros actos.
ResponderEliminarMuy buena reflexión, totalmente de acuerdo.
Un beso
Ah! Al Pacino. genial
Buen enfoque, Manu, pero que muy bueno... al final, como bien dices, pactamos con nosotros mismos, con nuestra parte oscura. Perfecto.
ResponderEliminarUn besazo.
Por comentar el paralelismo del que hablabas, si, yo con uno de los grandes, de Niro, tu con otro, Pacino, pero además con películas del mismo año.
ResponderEliminarEstupendo el monólogo que aportas.
Sobre el texto, es cierto, el diablo es subjetivo, cada cual sabemos que no está, sino en nosotros y que podemos o no hacerle caso.
Un abrazo.
Creo que le temo más a la parte oscura del hombre que al mismísimo Diablo. Estoy de acuerdo con vos, lo peor está dentro de nosotros mismos. Y es una pena que muchos lo dejen salir.
ResponderEliminarUn abrazo.
El diablo nos es sino una representación de la maldad presente en nuestras vidas y que siempre es una alternativa, una opción elegible en nuestro comportamiento.
ResponderEliminarBuen texto para reflexionar.
Un abrazo.