No se que raro influjo tendrá, pero en cuanto alguien dice "hay que hacer obra", los pelos se ponen de punta, el sudor se vuelve frío y un temor indefinido se apodera de algún miembro de la familia, generalmente el varón que ya se imagina pintura, cemento, polvo, ruido y demás acompañamientos celestiales. Y es que lo de hacer obras contempla muchos cambios en cuanto supera cierta intensidad, supone la pregunta de ¿Y mientras donde ponemos......? o la de ¿y mientras, donde vamos a comer? por lo que además de los normales inconvenientes hay que sumarle los derivados de la anulación de las costumbres y rutinas, desaparece aquello de un sitio para cada cosa y cada cosa en su sitio.
Ultimamente nuestra sociedad del confort parece que ha dado un giro, de repente todos nos hemos convertido en grandes profesionales de las reparaciones, subiendo de nivel poco a poco a medida que nos vamos probando, solo hace falta darse una vuelta por las grandes cadenas de bricolaje, asombroso, si te fijas bien ves a ciudadanos con aspecto de estar 8 horas diarias tras una mesa de despacho llevándose aparatajes que años antes solo veías en las obras, generadores, radiales, martillos neumáticos, metros y metros de maderas, cajas de ladrillos, baldosas, barbacoas de piedra.... y así podríamos seguir hasta agotarnos. Debemos ser un poco masoquistas y digo debemos porque alguna vez he pecado también.
Pero las obras, digamos profesionales, son otra cosa, una vez aceptado el presupuesto y ejecución, pasas a ser un accesorio mas en la casa en donde solo haces estorbar hasta que los "profesionales" terminan, momento en que nada mas salir por la puerta comienzas a ver detalles inacabados arreglos de los que no tenias ni idea.
En mi caso descubrí que las obras además son extensibles, vereis, preparando el parto de una de nuestras perras decidimos hacer un hueco mayor en el cuarto de baño quitando "temporalmente" uno de los sanitarios, fue estupendo, un espacio justo para el objetivo. Pero ahhhh!!!!!!, llego la hora de volver a la normalidad y entonces..... "pues ya que esta quitado podríamos reformar el baño" Bien..... y después se oyó eso de..... "y ya de paso........". Resultado baños y cocina, ¿veis? Obras extensibles.
Eso si hay que reconocer que cuando se terminan es un placer.
Para aquellos manitas del bricolaje avanzado, unas pequeñas instrucciones prácticas
Más ingenierias de andar por casa, en la obra de GUS
jajajaa Manuel has retratado perfectamente lo que aquí se les llama "los poyaque" y es cierto uno comienza con una reformita, nada un cambio de sanitario y... poyaque estamos baño entero, poyaque estamos la cocina jajajaja y el presupuesto se fué al carajo.
ResponderEliminarPero nada calma el resultado final es lo que cuenta. Me gustaron tus reformas.
Un abrazo.
Tal cual! auqnue te diré que en mi caso soy yo la que más sufre ante al expectativa de albañiles o pintores en la casa!...mi marido sale y está fuera la mayor parte del día, pero soy yo la que debo convivir con esa "horda" de trabajadores que rompen, golpean, ensucian, molestan, gritan y otros tantos etc!!!jejeje
ResponderEliminarUn abrazo
Buenísimo, Manu, jajajajaja. Y ya que estamos... sigamos ampliando y remodelando otras partes de la casa...¡total, es cuestión de nada!
ResponderEliminarUn abrazote.
Es crueldad nombrar la soga en casa del ahorcado: tengo obras en casa...
ResponderEliminary ahora donde vamos a comer? jajaja.... tal cual! hasta he hecho living-pieza-comedor-sala de estar en un ambiente solo! jajaja... un abrazo amigo! muy buena entrada!
ResponderEliminarExcelente descripción de lo que pasa cuando decidimos hacer "un arreglito" que a veces termina en una pesadilla. Ni hablar de lo que hay que renegar con los ejecutantes, para que las cosas queden como uno quiere hay que estar permanentemente encima de ellos, es desgastante.
ResponderEliminarLo de "y ya que estamos" es típico jajajaj! por lo menos te quedó baño y cocina nueva, gracias al cachorrito.
Un abrazo
Me gustó eso, de que pasas a ser una accesorio más de la casa, jajaj
ResponderEliminarUna descripción al pie de la letra: un suplicio que todos conocemos.
besos y abrazos
(y se agradecen los consejos)
Nosotros lo del bricolaje lo llevamos mal la verdad, siempre acudimos a profesionales; pero tienes razón, cuando se van siempre ves algo inacabado, y a llamarlos de nuevo, por lo que las cosas se alargan y se alargan hasta la extenuación; aunque al final normamente te gusta el resultado.
ResponderEliminarUn abrazo
Me estoy dando cuenta de como, a medida que leo las "obras", entro en un estado de stresssss importante, huelo el polvo y tropiezo con los ladrillos jajajaj
ResponderEliminar¡con lo agustito que se esta en una tienda de campañaaaaa!
Un beso
O sea, que el parto de la perra os salió un poco caro ¿no? Y pregunto: ¿el cachorro llegó con un pan debajo de la pata?
ResponderEliminarUn abrazo.
Maat
Has descrito Manuel con tal exactitud instancias de reforma, que hasta aquí me ha llegado el polvillo! Y eso de andar recubriendo suelo, muebles, con sábanas y nylon para no manchar nada? Y luego, el abracadabra! Todo salpicado! jaja!
ResponderEliminarEn fin, las obras en casa pueden causar pesadumbre, pero cuando te encuentras con todo terminado y reluciente, respiras con un: valió la pena! Y ojo con que alguien se apoye a la pared! Eh?
Besos al vuelo!
Gaby*
Hola Manuel:
ResponderEliminarA veces creo que, con lo uticante que resultan ser las obras, se las deseo a la hijaputa de mi ex jefecita...que se la coman viva las reformas: en la casa, en el barrio, en la ciudad....mala que a veces me pongo.
Besos
Wendy
Es cierto que uno comienza con una cosa, y después se le da por seguir con otra y otra. Lo que pasa que a pesar del stress que provocan estas obras, el resultado casi siempre es bueno, y da gusto ver la casa más linda y renovada.
ResponderEliminarUn abrazo.
En eso de las obras todo es empezar. Creo que ese posyaque... lo hemos sufrido todos en mayor o menor medida. Aún recuerdo que en nuestra última reforma estuvimos guisando más de dos semanas en la terraza de nuestro piso. En cuando a lo de manitas, tengo yo más herramientas que muchos profesionales, aunque eso sí, usarlas, lo que se dice usarlas,... más bien poquito.
ResponderEliminarUn abrazo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQue curioso, a mí me pasa lo contrario... cuando oigo hablar de obras (¡En casa ajena claro!) me pongo a saltar de alegría.
ResponderEliminarPero me preocupa pensar que la ejecución de mi trabajo les suponga a los demás un principio de infarto, jajaja, Pero bueno, para eso estáis los médicos, no?
Abrazos
por suerte, o por desgracia, yo qué sé, soy un simple peón que no sabe poner ni un triste ladrillo ni aspira a saberlo poner nunca...esto sería una suerte, pues nunca se me ocurrirá hacer por mi cuenta una obra, grande o pequeña, en casa...ah, pero en esta noble casa de adobe y de unos 80 años de edad, a la cual, palabra, a día de hoy, no le hace falta nada de nada en cuanto a reformas...en esta casa vive un ser de otroplaneta, un ser pensante, un ser que cuando se aburre, comienza a barruntar cosas como...¿oye y si ponemos ese suelo que...? este es papá...este es mi padre, quien siempre me pregunta, a quien siempre le digo que haga lo que quiera, pero que me deje en paz...y sí, lo hace...yo, evidentemente, no le ayudo...ni le ayudo ni pienso ayudarle...pero el caso es que cuando papá se pone manos a la obra, ay, que esa obra dura..si la obra es para una hora, a papá le dura tres días..ay... VENDO PAPÁ OBSESIONADO CON LAS OBRAS, MENORES,PERO OBRAS AL FIN Y A LA POSTRE...¡¡¡
ResponderEliminarmedio beso, manuel...y feliz obra...
Os leo y no sé si es mejor adaptarse a lo que tengo que plantearlo. Porque a ver... he visto un mueble para el cuarto de baño estupendo, pero ya que hay que quitar la encimera de mármol y algún azulejo saltará pues podemos hacer esa reforma que siempre hablamos sería cuando la niña fuera un poco mayor...
ResponderEliminarPero no, visto lo que voy leyendo... creo que no compro el mueble y dejo que la niña se haga vieja...
Besos!!
Es que eso es inevitable Manuel, una vez que uno ya se mete en el lio mejor aprovechar el tiempo y contratar un arreglo extendido te permite ahorrar en personal, tiempo y materiales que hacer las cosas separadas en el tiempo, bueno es la lógica que parece funciona en todos lados...Y por lo de "hagalo ud mismo", es cierto que estamos en la era de la creatividad, o mejor donde nos convencen a todos que somos seres creativos que podemos generar el autoempleo etc, etc..
ResponderEliminarTe mando un gran abrazo Manuel y feliz Pascua
jejeje, buenisimo me encanto, que gusto visitarte.
ResponderEliminar