Cuando se oye la palabra CONCIERTO, generalmente la mente puede viajar a dos lugares, a un concierto de Rock/Pop o a un concierto de música clásica. Una alternativa no siempre ligada a la edad o a la cultura en general, en esto de los gustos musicales es fácil llevarse sorpresas si vas con ideas preconcebidas.
Pero no son alternativas excluyentes, en mi caso el flash mental al tema CONCIERTO estuvo yendo y viniendo de ambas opciones, me apetecía traer un extraño concierto en el que me hubiera gustado haber estado, pero ya lo publiqué hace ya algunas entradas en homenaje a John Lenon, y no hacía suficiente tiempo como para re-publicarlo.
Así pues me fuí al otro lado del péndulo y elegí una curiosa pieza de música clásica de un concierto que tradicionalmente veo todos los primeros de año, ya sé, no soy muy original....., pero en este caso si fué un concierto original, Viena 2009 Daniel Barenboim Sinfonía del adiós, de Joseph Haydn (Tener paciencia o verlo a partir del minuto 4)......
Cuando se ve esta pieza siempre se pregunta uno ¿Porqué se van?, y bueno, es cuestión de buscar la respuesta, que como últimamente pasa viene de la mano de Google y Youtube, y en este caso explicada por Peter Ustinov:
Con la música se pueden expresar los sentimientos más nobles y los más villanos, después de ver esto, habrá que reconocerle también un papel de reinvindicación hasta ahora casi reservado a los clásicos cantaautores.
Más eventos musicales en la filarmónica de GUS
Y del adagio, pasamos al allegretto, habiendo superado el presto de la ausencia y la necesidad del afecto, gracias al ingenio, la creatividad y la sensibilidad de un grande.
ResponderEliminarSe jugó el todo por el todo y triunf. Sin duda estuvo más que nunca bien inspirado.
Muy acertados datos nos aportas. Tu participación en los jueves comenzó poniendo música a esos días (creo...) luego fuiste agregando textos, y cada vez más tu presencia se hace tan necesaria y disfrutable.
ES QUE CONFORMAMOS UNA VERDADERA ORQUESTA, los jueveros!!!
aplausos!!!
Cas, no estas equivocada, al final esto es como una pequeña droga con su dependencia y su tolerancia que hace que cada vez quieras más.
ResponderEliminarUn beso
Confieso que vi ese concierto, y me desconcertó.Pero la verdad es que más que nterpretar una partitura, lo que hicieron fue escenificar unas voluntades.
ResponderEliminarCada uno puede utilizar los medios en que mejor se desenvuelve para decir lo que quiera.
Muy , muy interesante.
Un besito.
Si la convocatoria era sobre un concierto, nada mejor que dejar que hable la música. He buscado en tu blog el concierto de Lenon, uno de mis iconos, gracias por recordarlo.
ResponderEliminarHago mutis como los músicos no sin antes mandarte un musical beso.
Muy interesante Manuel. Realmente la música amansa las fieras. Una buena aportación.
ResponderEliminarUn beso, amigo
Mariví
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarNo conocía esta "insinuación revindicativa" de Hayd y su "Sinfonía de los adioses", el mundo de los derechos adquiridos al servicio de la más real presencia. Me ha parecido curiosísimo...
ResponderEliminarBesos
(Perdona por el borrón... ha sido un lapsus semántico..)
Una buena musica tiene la facultad de calmar, o en mi caso la de moverme mas porque es ritmica danzarina, pero alivia el interior.
ResponderEliminarMagnifica entrada me he deiletado con tus gustos hablando de musica o una pequeña parte.
primavera
Tambien los músicos clásicos reivindican, no solo los cantautores comprometidos, me ha encantado esa sinfonía de los adioses.
ResponderEliminarNo solo un placer ver y leer Manuel, tambien aprender.
Un beso sin adioses.
Luna, Marisol, V. Nas, Matices, Primavera, San
ResponderEliminarA fata de música solo deciros GRACIAS por pasar por este rincón y dejar vuestros pensamientos.
Graciassssssssssssssssss
La música, en ocasiones, goza de un poder especial; el de llegar más allá, donde las palabras son incapaces... Que razón tienes Manuel, los conciertos, son siempre conciertos, no importa la época, ellos son expresión de un momento, de una Historia... y en la música, como en la pintura existe el reflejo de quienes componen, pensando en... Y, sí, la música es también reivindicativa, como muy bien has expresado; la Historia esta llena de himnos panegíricos, cuyo trasfondo va más allá de la simple belleza, porque fueron creados para ser testigos de un sentir, y de un motivo.
ResponderEliminarHe disfrutado con la música y con tus letras.
Un abrazo, Manuel.
Agggg, tengo que volver cuando pueda entrar desde casa que aquí los vídeos de youtube los tengo capados, cachis, ahora me muero de curiosidad, jajaja, espero esta noche robar un ratillo a mis quehaceres caseros y poder ver y comentar, hasta luego!!!, besossssss
ResponderEliminarManu te aplaudo...bis, bravo.
ResponderEliminarLos acordes musicales, las sinfonías con sus distintos tempos significan una expresión de mil sentimientos. Caben alegrías, calmas, tormentas, tristeza, soledad, amor, e incluso reivindicación a base de notas explosivas como gritos.
Sin embargo la irónica, exquisita voz de Ustinov, en su inglés aterciopelado, musical, escenifica la explicación de una vaga de instrumentos caídos muy sutil. !Adiós! soplan sus velas y se largan con sus familias, se enteró el duque con el sonido de la sinfonía ausente. !Viva Haydn! el sindicalista melómano.
Genial Manu tu aportación, nos vemooos.
Solitude, muchas obras efectivamente han sido compuestas con ocasión de acontecimientos, esa es una de las maravillas del ser humano, el poder trasformar lo objetivo en algo creativo.
ResponderEliminarUn beso
Susurros, jajajaja, no te preocupes que este rincón esta abierto esperandote siempre.
ResponderEliminarUn beso
Natali, no me pongas colorado, me alegro infinito que te haya gustado esta entrada.
ResponderEliminarUn beso
El contenido de tu entrada, francamente me ha parecido interesante. En Bélgica hay protestas por parte de los electores. La clase politica se demuestra totalmente incapáz de llegar a algún acuerdo. A este respecto, no se ha formado un gobierno todavía.
ResponderEliminarLos ciudadanos, también hacemos huelga a nuestro modo algunas veces.
Me preguntaba, qué música yo le pondría.
Imagínate, por lo demás, que el Consejo de Seguridad de las O. N. U. no se hubiera pronunciado todavía sobre Libia.
Esto, afortunadamente ha sucedido.
Buenísimo lo que nos traes. No conocía esta Sinfonía del Adiós y mucho menos su significado, que con su estilo único nos enseña el Sr. Ustinov.
ResponderEliminarAplaudo la sutileza de Haydn para decir al Príncipe lo que no queria escuchar.
Un abrazo Manuel, amigo.
He disfrutado muchísimo con esta entrada. Cada uno ha de ser consciente de sus capacidades y, llegado el momento, aún corriendo ciertos riesgos, utilizarlas para la consecución de sus aspiraciones, de sus fines. Hay un punto de genial locura en la forma de exponer la reivindicación de sus músicos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Está muy bien, no sabía esta historia. Desde luego tuvo una excelente idea, porque de alguna manera se tenía que protestar.
ResponderEliminarMuy bueno tu relato
Un abrazo
Con la música se puede decir de todo, desde palabras de amor hasta contar una tragedia, o darle un sentido de reivindicación.
ResponderEliminarNo conocía esta Sinfonía, no he escuchado mucho de Haydn, pero esta idea fué genial. Hubiera querido ver la cara del príncipe mientras los músicos se levantaban y se iban. El tipo se jugó la carrera como dice Ustinov, y la suerte estuvo de su lado, se hizo justicia.
Linda historia
un abrazo
Pero que ingenioso! Y que osado Haydn por cierto. Aunque estimo conocía su valor para arriegarse de esa manera.
ResponderEliminarMe encantó la historia! Y me encantan tus aportes mussicales, son siempre aleccionadores y ponen sobre el mapa algun dato desconocido para muchos.
Besos
suelo ecchar de menos los saltos y el concierto de viena, si no los veo en la mañana del día uno. pera mí ya se han convertido en costumbre más que agradable.
ResponderEliminarpor eso te puedo decir que en cuanto he visto el vídeo, me he acordado de él al instante. lo que desconocía por completo era lo que representaba. muy bueno el jaidin ese, muy bueno...y encima se titula la sinfonía del adiós.
un saludazo, manuel.
¿Habrá mejor forma de hacer una reivindicación, que cantando?
ResponderEliminarYo también escuché ese concierto.
Un abrazo
Para mi es un rito, sentrame a primero de año a escuchar el concierto. No recuerdo otra manera mejor de empezar la nueva singladura. La historia que desconocia me ilustra como siempre.
ResponderEliminarUn besazo amigo, hace un año estábamos a punto de comenzar un excelente almuerzo..jajaja
Me alegro de haber elegido este concierto,veo con satisfaccion que no soy original y el ver el concierto de Año Nuevo sigue siendo una tradicion. La explicación de Ustinov es la guinda del pastel, estoy mas que satisfecho de que os haya gistado.
ResponderEliminarBesos y Abrazos de corazón para tod@s
manu... realmente baremboin es un genio... genial la música posteada! es sublime...mientras leo los otros blogs me deleito con Chopin (mi pianista preferido)... saludos!
ResponderEliminarManu llego tarde pero aun llegaré mas tarde a otros, menos mal que ahora tenemos descanso juevero y me dará tiempo antes de saber quién es mi pareja en el "a cuatro manos" que ideado por MariaJosé nos va a poner Gus para el día siete. Después del gran encuentro del día 2 en el que tengo entendido nos vemos.
ResponderEliminarMe ha encantado tu entrada, no conocía esta sinfonía y la explicación es magistral, porque de no ser así, lo habría interpretado como una gracia del maestro , sin llegar a pensar que era reivindicativa jajaja. No me pierdo el concierto del día uno de enero pero lo voy escuchando por la casa mientras recojo el zafarrancho de fin de año, es una tradición en mi casa como lo fue en la de mis padres y suegros es una tradición que mis hijos han perdido (creo) porque cuando empieza el concierto ellos llegan a casa y se acuestan. Me ha gustado mucho. Un beso grande.